Cuando Victoire de Castellane imagina una nueva pieza como el anillo My Dior, siempre comienza con un boceto en un post-it, prosigue con un dibujo a lápiz que surge de este boceto, y termina con un dibujo a gouache.
Este gouache se envia a los más refinados ateliers Franceses para dar vida a la idea. Son más de 18 meses los requeridos para cumplir este trabajo de búsqueda y conceptualización.
Las piezas muestran a una mujer Dior, que es natural y sofisticada a lo largo de las décadas (1950, 1960, 1970 o 2010) una colección apropiada para todos los estilos de mujer. Siendo joyas perecederas y que pueden formar parte del tesoro familiar.
Una joya perfecta para un día tan señalado como el día de la madre.